martes, 2 de diciembre de 2008

Nicolas y Gonzalez ganan el oro olimpico


''F. González y N. Massú llevan el oro a Chile''

Fernando González y Nicolás Massú llevaron el nombre de chile a lo mas alto del tenis mundial





Fernando González y Nicolás Massú conquistaron el primer oro olímpico de la historia de Chile, en un partido épico contra los alemanes Rainner Schuettler y Nicolas Kiefer (6-2, 4-6, 3-6, 7-6 (9), 6-4) que terminó tras tres horas y 43 minutos de juego en la madrugada griega.

La primera presa dorada del deporte chileno llegó de forma agónica y rodeada por el instante mágico que el tenis de ese país ha pasado en los Juegos de Atenas, de los que se lleva una cosecha de tres podiums.

Al oro conquistado por el doble chileno hay que sumar el bronce que ganó unas horas antes Fernando González en la final de consolación del torneo individual, tras derrotar al estadounidense Taylor Dent (6-4, 2-6, 16-14), y la que mañana se colgará del cuello Nicolás Massú tras la final de se mismo trofeo contra el también estadounidense Mardy Fish.

Es difícil sacarle más rendimiento a tres tenistas del que Chile obtuvo con Massú y González, una recolecta que elevará a doce el medallero de ese país, que por fin contará con un oro.

Lo lograron los dos héroes del tenis chileno en una jornada marcada por la épica del esfuerzo, porque el día exigió a González pasar más de siete horas metido en una pista, la mitad en su final de consolación y el resto en la lucha por el oro en dobles.

Frente a los germanos, la pareja chilena se aferró al sueño de ganar la presea dorada. Taparon el cansancio físico a base de voluntad y no dieron el partido por perdido en ningún momento. Ni siquiera cuando los alemanes gozaron de cuatro bolas de partido en el cuarto set y que parecían una montaña insalvable para el tándem chileno.

Lo salvaron y se apuntaron la manga y siguieron tan frescos como si acabaran de debutar y como si fueran los alemanes los que llevaban toda la semana jugando dos partidos diarios.

Su voluntad inquebrantable les llevó a creer en la victoria y terminar por lograrla. En el noveno juego rompieron el servicio a Kiefer y fue González, el héroe del día, el encargado de servir para ganar el partido.

Precisó de tres bolas de partido para apuntarse la victoria, un sacrificio acorde con el premio histórico que supuso.

González puso así la guinda al pastel de una jornada demasiado larga. Había ganado poco antes un bronce en otro encuentro épico y enloquecido como toda la jornada, en el que levantó dos bolas de partido en contra antes de adjudicarse una victoria que valía una medalla.

El chileno, de 24 años, obtuvo premio a su gran motivación a lo largo de todo el torneo, en el que apeó de la competición a favoritos de más rango, como el estadounidense Andy Roddick, segundo del mundo, o el francés Sebastien Grosjean, octavo cabeza de serie.

Ganó de forma agónica un partido que encarriló bien, pero que se complicó en los instantes intermedios y que estuvo a punto de perder frente a Dent, hijo de dos ex tenistas, que a sus 23 años ocupa el puesto 29 del mundo y que practica un juego clásico de saque y volea.

El día fue redondo para el tenis sudamericano, que vio como el doble argentino formado por Paola Suárez y Patricia Tarabini se apuntaba la medalla de bronce en el doble femenino, la segunda de ese país en estos juegos y la tercera del tenis argentino en la historia olímpica.

Suárez y Tarabini, dos especialistas en el doble, la una en pleno apogeo y la otra recuperada para la ocasión, vencieron a la pareja japonesa Shinobu Asagoe y Ai Sugiyama .



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